Autodepuración en Morena
La renuncia de Evaristo Hernández Cruz es el inicio, para bien, de una autodepuración interna de ex priistas en Morena Tabasco que le han venido haciendo mucho daño porque nunca dejaron las viejas mañas y malas prácticas que solo contaminan y desacreditan ante la gente.
El ex priista desaprovechó la generosidad del gobierno morenista que encabeza Javier May Rodriguez, para serle útil a Tabasco, pero se dedicó desde la dirección general del Colegio de Bachilleres (Cobatab) abiertamente a su campaña política para la elección del 2027 -como confirmó al refrendar su aspiración en entrevista con el periodista Emmanuel Sibilla-, y para el 2030 si es que el Partido Verde lo mantiene como su candidato al gobierno después de que pierda Centro.
Encumbrado por su ego, el ex priista creyó que los morenistas le iban a pedir que no se fuera, pero terminaron celebrando su partida porque solo abonó a la división y a sus particulares intereses políticos que acabaron por exhibirlo. No buscaba servir a los tabasqueños como presume, sino servir a sus intereses para lograr una candidatura a costa del erario, costumbre muy propia de priístas.
Morena Tabasco y su militancia es mucho más que Evaristo Hernández Cruz y los ex priistas que con conforme se acerque el proceso electoral del 2027 renunciarán porque no obtendrán cargos de representación popular que será para los que ganen en buena lid internamente las encuestas.
En Morena Tabasco, Evaristo Hernández Cruz sabía que no tenía un gramo de posibilidades para ser candidato a la alcaldía de Centro, por una sencilla razón: hay candidatos de mayor peso político electoral como Jorge Bracamonte y Daniel Casasús que aseguran un triunfo por demás contundente.
Además, como aseguró Jesús Selvan, dirigente estatal de Morena, Evaristo Hernández trae más negativos que positivos entre la población de Centro que ya fue testigo de dos de sus fracasos como alcalde.
La ambición política de Evaristo Hernández, aunque siempre culpa a terceros cuando se marcha sin asumir una sensata autocrítica, siempre ha quedado de manifiesto en todos los partidos que ha recorrido, del PRI al ahora Partido Verde que lo único que tiene asegurado en Centro es mantener su registro.
La renuncia de Evaristo Hernández Cruz deja claro también dos cosas: que el gobierno estatal no está permitiendo que ningún funcionario haga campaña política con recursos públicos y que el partido tampoco está para cumplir caprichos por muy ex alcalde que haya sido, o por mucho que presuma que tiene miles de votos como si los ciudadanos fueran ovejas o zombis.
Insisto, en la elección del 2027, Evaristo Hernández Cruz no solo no ganará la alcaldía de Centro, sino que se dará cuenta que tampoco tiene mucho que hacer en la contienda del 2030, donde padecerá su segunda derrota consecutiva si es que el Partido Verde de Tabasco lo sostiene.