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AMLO Y ROBERTO: EL BEISBOL PUDO UNIRLOS

AMLO Y ROBERTO: EL BEISBOL PUDO UNIRLOS

Homero T. Calderon T. Calderon

Ayer martes leí una pieza maravillosa de columna política auténtica. Todo se los debo a la inteligencia de Rodulfo Reyes. El “brodie” la intituló “Tres Sexenios de odio”. Obviamente, dice que AMLO fue el culpable de esos odios entre políticos tabasqueños.

Pero tratando de ser justos tenemos que decir que AMLO fue la piedra de toque solamente porque enfrente tuvo a Roberto Madrazo y en menor escala a Arturo Núñez y al “Chelo” Granier. Andrés Manuel y Madrazo tenían puntos en común. A ambos les gustaba (les sigue gustando) esa pasión que despierta el béisbol.

Durante años y a la larga, la gente entendió más la pasión por el beisbol de AMLO y le diré por qué. Porque al “Peje” siempre se le vio con espíritu de jugador llanero. Su pobreza era tal que un día alguien lo llevó a vivir a una colonia para gente jodida en la hoy CDMX.

La colonia se llamaba Copilco el Alto. Y se localiza a un costado de Ciudad Universitaria (C.U.), frente a la Facultad de Ciencias Químicas. Ahí en ese pozo natural creado para sacar piedra para construir C:U: se formó un campito de beisbol improvisado donde jugó originalmente un equipito de tercera fuerza en la Liga de Coyoacán, a quién las pandillas le impusieron el nombre de “MEDIAS ROTAS”.

Ahí jugaba todos los fInes de semanas y en las tardes cuando no le dejaban tarea, “El Peje” López Obrador. A unas ocho cuadras de ahí, sobre la avenida Universidad estaban unos hermosos campitos para beisbol infantil de la llamada “Liga Olmeca”. Ahí jugaba Roberto Madrazo en sus mejores años infantiles y juveniles.

Entre el campo de los “MEDIAS ROTAS” de Copilco y los jugadores de la “Liga Olmeca”, la diferencia eran los campos de béisbol. En Copilco el Alto se jugaba a ras de tierra suelta y en la “Olmeca”, el pasto de sus campos estaba hermosamente bien recortado. Esos fueron los beisboles que jugaron en la hoy CDMX López Obrador y Madrazo.

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El de los nacos, chintos y chairos y el de los jóvenes ricos y bien nacidos. Ese es parte de ese odio ancestral que se traen AMLO y Roberto.

La política los exacerbó al máximo pero el ganador de todo fue Andrés Manuel López Obrador quien pudo catapultarse a la presidencia de la república y Roberto no. ¿Complejos de vida? No lo puedo asegurar, pero el beisbol pudo unirlos como amigos. Y esto no pasó.

Homero T. Calderon T. Calderon


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