De política y definiciones
Así como está sucediendo en otros estados del país, en breve sabremos los nombres y apellidos de abanderados morenistas a alcaldías y diputaciones locales en Tabasco.
Como escribí en semanas anteriores, no esperemos a conocer el resultado hasta el 11 de marzo, fecha límite dado por la Comisión Nacional de Elecciones de Morena, dado que estos se harán oficial en el transcurso de febrero.
Pese a especulaciones sobre posibles acuerdos entre el partido y aspirantes, en aras de dejar satisfechos a cada grupo político, resulta necesario decir que el caso “alcaldías y diputaciones”, está cerrado, y que habrá sorpresas en algunos municipios cuyos aspirantes ya se sienten candidat@s, y otros más, presidentes y diputados.
Daniel Casasús Ruz, exdelegado estatal de Programas para el Bienestar, se perfila para abanderar a Morena en Centro. De acuerdo con múltiples encuestas, él lidera las preferencias electorales en el municipio capitalino como resultado de la aceptación ciudadana en los días de precampaña. De hecho, en las mediciones internas hecha antes de esta precampaña, Casasús arrancó en la tercera posición con relación al resto de sus competidores. Sin embargo, su trabajo en la función pública, y el resultado obtenido en las comunidades del municipio, lo posicionó en el liderato en los últimos meses de 2023 y principio de 2024.
Está demás referirnos a los diálogos que sostuvo, en su momento, con académicos, periodistas y líderes sociales, con el fin de escuchar planteamientos e inquietudes en torno a la mejoría que necesita Centro, su zona conurbana y cada rincón del municipio. Cuestión de semanas para ver a Casasús, al lado de Javier May Rodríguez, en diversas actividades conjuntas en la búsqueda de ganar Centro y Tabasco.
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No es ninguna sorpresa lo que sucede en el PRI-Tabasco. Su líder, Dagoberto Lara, demoró hasta el último momento la definición de un abanderado rumbo a las elecciones de gobernador; y más cuando había posibles aspirantes, entre ellos, la diputada Soraya Pérez. Después de una ausencia prolongada, el presidente priista salió al paso en una entrevista radial para anunciar que su partido buscará una alianza de facto con el PAN, y de paso, negar que él haya sido artífice de la destrucción de este instituto político, que, por primera vez en la historia local, no participará con candidato único en la elección próxima. Lo que es un hecho, aunque él no lo acepte, es que es responsable de la pérdida de militantes, así como de mantener la presencia y cohesión de sus actores políticos, los cuales decidieron permanecer pese a la desbandada que ha habido hacia Morena.
La aparición tardía del dirigente en el espacio público, es la que condenan sus militantes; sobre todo, que esté repartiendo culpas sin asumirlas.
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Sobre deserciones, destaca la de Héctor Raúl Cabrera Pascacio, exalcalde de Teapa, quien llevaba 38 años militando en el PRI. Abandonó el barco y ya zarpó en otro. Recientemente anunció su adhesión a la candidatura de Javier May Rodríguez, reconociendo en él sus capacidades para gobernar la entidad. Sin embargo, habría que preguntarnos cuánto capital político le abona a May. De entrada, el propio May celebra toda incorporación de cuadros importantes al proyecto que representa, dado que en su discurso, de principio de enero, se pronunció en torno a la unidad y a la suma de nuevos ciudadanos.
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Por enésima ocasión, Javier May Rodríguez ocupa el liderato de las preferencias electorales. De acuerdo con CE Research, May está a la cabeza con el 60%, seguido del perredista Juan Manuel Fócil con 13%, y muy abajo, la panista Lorena Beaurregard con 5%. Si hoy fueran las elecciones, el resultado ya está a la vista.
