Los Secretarios del Desgobierno
Por: Mario Gómez y González
A un año de que concluya la actual administración- encabezada en los hechos por Adán Augusto López Hernández, a través de Carlos Manuel Merino Campos-, la sensación de desgobierno fue y es, el pan nuestro de cada día en estos cinco años, pero, además, crece día a día, aderezado por la sensación latente, entre la ciudadanía y la misma clase política, de una falta de autoridad total.
La falta de cumplimiento de los compromisos y promesas de campaña en el 2018; el valemadrismo de los hombres que despacharon desde las instituciones gubernamentales haciendo a un lado a la ciudadanía que se sigue sintiendo desprotegida, ninguneada y abandonada por este grupo “Adancista”, que se sirvieron con la cuchara grande en eso de meterle el diente al presupuesto, ante la complicidad silenciosa pero muy abierta de los diputados locales que actuaron y actúan como cómplices, ante la codicia e incompetencia de los funcionarios públicos.
Hasta el momento fueron tres (seguramente vendrá otro a apagar las luces y bajar la cortina), los secretarios de gobierno que desfilaron y calentaron la silla del escritorio principal de la bien llamada casita o edificio azul, con un común denominador: nunca ejercieron como tal; no se hicieron sentir, coadyuvaron (eso sí), al desgobierno, al no representar nada, pues fueron y son, grises y opacos. Veamos:
Sin pena ni gloria-más bien con más pena- fue el paso de Marcos Rosendo Medina Filigrana, por la secretaría de gobierno; “ni fu, ni fa”, pues solo utilizó el cargo para llegar al congreso de la unión como diputado federal, en donde no levantó la mano para defender los intereses de Tabasco y de los tabasqueños.
Se “lució” con declaraciones ridículas y espectaculares como aquella en donde dijo que los migrantes no tenían que exigir hoteles de cinco estrellas para ser asistidos-olvidando seguramente su origen catracho-; o, cuando firmó el acuerdo con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que jamás leyó.
Ah, pero eso sí, se engalló agraviando públicamente al seguro próximo gobernador de Tabasco, Javier May Rodríguez; por lo que seguramente a “Chendo” se le acabó la ruta política en Tabasco.
José Antonio Pablo de la Vega Asmitia, fue otro de los ocupantes del segundo cargo más importante en la línea de mando del gobierno estatal cuatroteísta; sus malquerientes- que los tiene y por montones-, se refieren a él como un frustrado político que llegó a la franja de advertencia o línea de poder, pero que no llegó a despachar desde plaza de armas, lo que le generó doble o triple frustración.
Fue a la secretaría de gobernación del gobierno de la república, sencillamente a nada; no ató, pero sí, desató; en ningún momento le “amarró” al Panismo a su patrón Adán Augusto López Hernández, no tocando las mieles auténticas del poder, al grado que, tras estar en el Palacio de Cobián, cerca del santo patrón de Bucareli, ahora pretende enjaretarse en una diputación local por Morena. De Pelón, a soldado Razo.
Por fin llegamos a Guillermo Arturo del Rivero León, tercer secretario de gobierno, quien pretendió (sin suerte), constituirse en el vocero del gobierno estatal y terminó por sacar a relucir su vocación de político “gallito”, al enfrentarse a medio mundo, principalmente en redes sociales, y ser un respondón de poca monta.
Del Rivero León, no se hizo sentir, ni mucho menos pesar, como encargado de la política interna de Tabasco, pues desafortunadamente- y al igual que al gobernador Carlos Manuel Merino Campos- nadie lo pelaba o hacia caso.
Ahora, Guillermo Arturo, se va en la obscuridad, queriendo cambiar de piel, tratando de convencer a Javier May, de que no lo vincule con el Adancismo; se va como las chachas, por la puerta de atrás y ahora pretende refugiarse en un escaño en San Lázaro, como legislador federal.
Esos han sido los tres secretarios del desgobierno de Tabasco; grises y opacos; sin representación de nada; no se hicieron sentir como auténtico número “2” de la administración de la cuarta transformación en la entidad; con más pena que gloria; crearon infinidad de problemas y no resolvieron uno solo; se fueron en la obscuridad-repetimos- como las chachas, por la puerta de atrás.
En La Línea de Fuego** Hermógenes Brindis Escobar, obtuvo su registro el pasado 14 de noviembre, como aspirante a la presidencia municipal por Morena en Huimanguillo** de 73 años de edad, egresado de la UNAM generación 70 como médico cirujano, egresado de la UPCH como licenciado en Derecho generación 2018** jubilado del IMSS como médico familiar, candidato a la diputación por el PRD 1997 y a la presidencia en el 2000,por el mismo partido** síndico de ingresos en el ayuntamiento por el PRD trienio 2007-2009.
En La Línea de Golpeo** Cofundador de Morena en Huimanguillo desde el 2015 haciendo afiliaciones, recabando firmas p/la contrarreforma energética, participó y apoyó para el registro estatal de Morena en su inicio** Hermógenes Brindis Escobar, es de tendencia izquierdista, de libre convicción política, ampliamente conocido por la comunidad en Huimanguillo, por su amplia y limpia trayectoria política de honestidad y democracia.
Los Malosos**
A una semana del inicio de las precampañas, la aspirante de Morena, PT y PVEM- Claudia Sheimbaum-, dio a conocer al equipo que la acompañará en los próximos meses, en donde no aparecen por ningún lado, ni Marcelo Ebrard (segundo lugar), ni el ex ministro de la SCJN Arturo Zaldívar** pero la “nota”, no es que aparezca Adán Augusto López Hernández, como coordinador político, sino que Mario Delgado, sea el coordinador de la precampaña** o sea, prácticamente una “cachetada” a las corcholatas** ahí queda eso**
Jaque Mate**
No hay plazo que no se venza** La renuncia de Guillermo Arturo del Rivero León es el banderazo de salida para todos aquellos funcionarios “Adancistas”, que se inscribieron para un cargo de elección popular presenten su renuncia, para no darle a la oposición elementos para impugnar el proceso** fue todo por hoy** hasta mañana Dios mediante