“Si te vas a ofender ni leas esta columna”
Por Gerry González
A la gente realmente le importa un comino como se maneje la economía del país, lo que quiere es ver más dinero en su bolsa y de manera continua. A los políticos lo que les importa es enaltecerse con números y estadísticas que justifiquen sus políticas públicas y hacer amarres para su vejez. A los empresarios lo que les interesa obtener más utilidades, pagar menos impuestos y gozar de un flujo constante en sus compañías.
Pero y el gobierno de la 4T realmente ¿está equilibrando la balanza? La respuesta es negativa.
Un peso fortalecido con altas tasas de interés, desequilibra el flujo de turistas a los balnearios del país encareciendo los destinos, desequilibra las ganancias en los contratos o compromisos de los exportadores al obtener menos utilidades incluso registran pérdidas, desequilibra y aumenta el riesgo en las empresas, por lo que se evita contratar créditos y evidentemente reduce la producción del país en todas sus modalidades y por otro lado aumentan las importaciones, como ha pasado últimamente.
GBM casa de Bolsa, en su boletín diario afirma que “el índice de confianza empresarial aumentó de 58.6% —hace un mes a 61.6%—, ligeramente arriba del El índice de confianza empresarial de México anotó en junio 54.9 unidades, lo que representa un avance de 3.4 puntos respecto al mismo mes del año previo. Por cuarto mes consecutivo, todos los componentes que conforman el indicador (manufactura, servicios no financieros, comercio y construcción) permanecieron en terreno de expansión”.
Eso es muy bueno porque quiere decir que, pese al calentamiento previo al proceso electoral en México, las empresas no ven tan riesgoso seguir invirtiendo en el país, pero no hay que dejar de lado los correspondientes factores exteriores que nos afectan como sistema y en ello están, la presión inflacionaria de Estados Unidos y que evidentemente nos está afectando, y la pelea por los energéticos.
El “near shoring”, ha ayudado, sin promoción, a que las trasnacionales se instalen en México en este periodo, y lo más importante, en el sureste mexicano, y con ello que se generen más empleos, una estadística más que presumir de los políticos. Pero no dejemos de lado inflación y una Tasa interbancaria de equilibrio (con la cual se prestan los bancos) todavía arriba de los 10 puntos, que pese a los buenos flujos de las Tesorerías de los bancos y de un portafolio variado de productos financieros ha sabido contener las tasas de algunos productos, como el hipotecario.
Pero no no vayamos con la finta, mandar a imprimir más dinero y no aumentar el “corto” ( el retiro de circulante) es peligroso y nos puede llevar a una burbuja.
Pese a que el Presidente López Obrador, en su imaginario, exprese que vamos a ser independientes en el consumo energético, la realidad que nos arrojan los números es otra, y es que los ingresos públicos de México presentaron una caída anual de 0.4% en los primeros cinco meses de este año, afectados principalmente por un decremento en los ingresos petroleros (-24.2% anual). Aunque el SAT ha logrado que, los ingresos fiscales aumenten un 3.0% anual, gracias a una mayor recaudación del impuesto sobre la renta y del impuesto especial sobre producción y servicios (+3.1 y +58.0% respectivamente), ya que la recaudación de IVA mostró un descenso (-5.2%).
Otros temas:
En las redes sociales, están circulando anuncios o reels, en donde se defiende al “Heterosexualismo y a la familia” como base social, ante la ola que viene ganando terreno de hace algunos años del movimiento LGBT+, en realidad al investigar sobre una llamada agenda del Banco Mundial y otras organizaciones de aplicar medidas de “Eugenismo” o Eugenesia en el mundo, al querer desaparecer la familia por un tema de sobre-población y de crisis alimentaria mundial, la realidad es que no he encontrado nada en concreto, sin embargo, y aunque el asunto de las preferencias sexuales es un tema de “alcoba” (en pocas palabras, es un tema íntimo), creo firmemente que las reglas sociales y naturales se deben respetar, y con ello me refiero a que los extremos no son, en ningún caso, buenos para nadie y las consecuencias a esa execrable lasitud de las autoridades en permitir los desvaríos de grupos violentos del LGBT+ afectan a los niños. Meterse con la familia es aborrecible, pero meterse con la infancia es un delito capital que debería ser condenado firmemente. La ansiedad de estos grupos por la falta de reconocimiento y las ganas de ser tomados en cuenta, han hecho que se pierdan valores muy importantes y que son el equilibrio de la sociedad y violentan a la familia.
El permisivo enfoque de la publicidad por el reconocimiento de este grupo o grupos por parte de las empresas, es grosero y deplorable, exhibicionista y corriente por el simple hecho de que afectan el desarrollo mental y de valores de nuestros niños.
La libertad acaba en la frontera de los demás.