Pesca de la Sardina, celebrada en Tapijulapa
Danzantes vestidos de traje típico, con sus canastas en mano con flores de tanay y velas pidieron permiso a los dioses.
Como cada año, este domingo se llevó a cabo con éxito el tradicional ritual de la Pesca de la Sardina Ciega en el Pueblo mágico de Tapijulapa, Tacotalpa.
Con la asistencia de miles de personas de diversas partes del país, estado y municipio, presenciaron uno de los rituales más importantes de Tabasco y de México.
El evento inició en punto de las 7:00a.m con una misa en la Iglesia de Santiago Apóstol. Donde los danzantes presentes recibieron bendiciones antes de salir y realizar su recorrido rumbo al parque Ecoturístico Villa Luz.
En las aguas sulfurosas los participantes obtuvieron el barbasco, mismo que es vital para poder pescar y lo colocan en sus canastos.
En un ambiente místico con la música característica de flauta y tambor los danzantes vestidos de traje típico, con sus canastas en mano con flores de tanay y velas, caminan hasta la entrada de la cueva. Ahí se realiza el tradicional baile y pidieron permiso a los dioses para tener una buena pesca.
La oración realizada en zoque, la tradujeron a español, inglés, francés e italiano.
Luego de la oración, los danzantes se dirigieron a la Cueva para realizar la tradicional pesca de la sardina en un acto de respeto y devoción.
¿Qué es la Pesca de la Sardina Ciega?
La Pesca de la Sardina es uno de los rituales más importantes del Estado y del país. Esta tradición se remonta a la época prehispánica, con el que tradicionalmente los zoques pedían a los dioses de la lluvia, agua, tierra y la luna, fertilidad y abundancia.
Este ritual ancestral se realiza en el Pueblo Mágico de Tapijulapa, Tacotalpa. Aunque no tiene fecha definida, se celebra durante la temporada de Semana Santa.
El objetivo es pescar una sardina conocida como Botín. Esto en lengua Maya significa “pequeña y que mora en el arroyo sulfuroso que nace al interior de la cueva”.
Fotos: Cortesía del Ayuntamiento de Tacotalpa.
Te puede interesar: Celebra Oxolotán al Santo Sepulcro