SPIUJAT, elección desacreditada
La elección para elegir al dirigente magisterial en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco se realizó bajo un domo inequitativo. Si bien la votación “favoreció” al candidato oficial Melchor Hernández, quien ampliará su periodo dictatorial a nueve años, resulta importante señalar el crecimiento de la oposición académica, misma que hará observaciones y señalamientos al líder que respaldaron las autoridades universitarias.
Con base en el concentrado de votos publicados el pasado fin de semana, del profesorado universitario solo 589 maestros no acudieron a las urnas de un total de 2 mil 233. Sin embargo, y a pesar de la cuestionada “victoria” para Hernández con 891 sufragios, la oposición que representó Margarita Rodríguez Falcón registró 638 votos, 253 menos que el abanderado de línea y quien gozó del beneficio brindado de parte de las áreas administrativas de cada rincón de esta casa de estudios.
Es decir, que, a diferencia de otros años, en este Hernández estará bajo el escrutinio de una oposición que no le permitirá que siga siendo un dirigente distante, omiso y arbitrario. Es más, él ya no podrá decir que gobierna a los maestros porque más del 50% le reprobó en las urnas, y porque su presunta victoria fue pírrica.
Como bien escribí en la columna del 21 de noviembre (“SPIUJAT, relevo a la vista”): “Rodríguez Falcón necesita superar -y por mucho- en la votación a Hernández para que pueda legitimar su posible victoria, un panorama distinto para el líder oficialista porque así venciendo por la mínima, la Comisión Electoral validará inmediatamente su continuidad a nueve años en el timón de este gremio magisterial”. Y así fue.
La Comisión Electoral a cargo de Dulce Juliana Gallegos Ojeda no titubeó en darle -minutos después de concluir la votación- la constancia de mayoría a Hernández, sin importar que el bloque opositor anunció que impugnará los resultados derivado de las múltiples inconsistencias. No está demás decir que los integrantes de la Comisión Electoral fueron profesores militantes y simpatizantes de Hernández, y que quienes cuidaron el proceso eran -en demasía- académicos identificados con la planilla verde que lideró Hernández, un candidato idóneo para continuar encubriendo los usos discrecionales de las cuotas sindicales y otros asuntos de interés institucional.
En un primer pronunciamiento, Rodríguez Falcón informó que su equipo jurídico revisa incidencias y evidencias recabadas durante la jornada electoral del pasado viernes, lamentando los obstáculos que enfrentaron para participar en el proceso y precisando que los profesores votaron en contra de Hernández, quien representa “a las viejas prácticas” sindicales.
Desde luego, la permanencia de Hernández representó el apuntalamiento de la estructura universitaria con miras a que el grupo que domina a la institución continúe más allá y a través de un sucesor que dirija las riendas desde la alta esfera, pasando por encima de decisiones estatales. Pero, no todo está escrito como creen, y aún falta la última palabra cuya apuesta es el cambio. De ello, estaré dando puntual seguimiento.
Mientras tanto, la dirección de la División Académica de Ciencias Económico Administrativas brincó de felicidad, por medio de una publicación, ante la continuidad de Hernández al frente del SPIUJAT, y cómo no celebrarlo si desde allí se operó parte de la elección para favorecer a Hernández. Después se han sumado las otras divisiones y el poder central como parte de la estrategia para legitimarlo.
