Leyendo ahora
¿Nuevo rey, nueva ley?

¿Nuevo rey, nueva ley?

Erwin Macario

Entre los romanos, el imperio se heredaba en supuesto orden divino. El sucesor encarnaba la continuación de la “grandeza” de quien la muerte había arrebatado el poder: “traslatio imperii”.
Se transmitía, pues, a un gobernante único, a un emperador, la legitimidad de un poder similar al preexistente. Algo bíblico:
39 Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra. 40 Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo. Daniel 2:39–40
Reina Valera Revisada (1960).
En la mayoría de los pueblos, así se ha transmitido el poder de los gobernantes.

Pero ninguna democracia ha resistido a la destrucción desde adentro. Se ha fingido llegar por el pueblo y para servir al pueblo, y se ha desmenuzado y quebrantado todo principio democrático, todo gobierno del pueblo.
Con el translatio imperii el gobierno civil arrebató al poder espiritual el ejercicio práctico del poder terrenal, y lo entregó en manos que no han resistido al mareo de tantas facultades por encima de los mortales.
La Santa Inquisición se ha sustituido por judicaturas y congresos. La delación ante los tribunales del Santo Oficio por la división en los pueblos, el enfrentamiento en nombre de una autoridad que para unos es la dadora de la felicidad.
La querella de la investidura está dentro de quienes gobiernan, y es una lucha más feroz y cruel, con la sociedad sufriendo los daños colaterales.
El engaño de la soberanía popular, que mantenía el poder y lo concedía en las urnas ha sido exhibido a grado de descontento, de ira que intenta la restitución de ese imperio, de ese poder de mando, a través de la revocación de mandato contra una autoridad que sólo ha mantenido la inercia política, atada en gran parte en sus decisiones por la misma actitud de desmenuzar y romper todo.
No hay nada nuevo. Ya lo dijo Maquiavelo: El buen gobernante es aquel que moldea su destino con audacia, como un río que rompe sus orillas cuando el cauce se estrecha.
Busco leer sobre el arte de gobernar a distancia. Quizá encuentre el libro “La omnipresencia de un rey ausente”, de Thomas Calvo, para poder entender un poco. Pendientes.

Erwin Macario


© 2024 Grupo Transmedia La Chispa. Todos los derechos reservados