Imparable el jugoso negocio de las grúas
*“No os dejéis engañar: Las malas compañías corrompen las buenas costumbres” “1ª de Corintios 15:33″*
*En Tabasco, mientras los discursos oficiales hablan de transformación, en las tripas de la Secretaría de Movilidad, abajo —en el fango donde el ciudadano común sobrevive— se extiende una red de corrupción tan sólida como invisible. Una maquinaria aceitada por el dinero sucio, los compadrazgos y el silencio cómplice de quienes juraron servir al pueblo. Su negocio no es pequeño ni casual: es el tráfico impune del dolor ajeno, el robo disfrazado de “servicio público”*
*Ubiquemos la mafia de las grúas. Bajo el sol ardiente de Villahermosa y las sombras de cada municipio, los automovilistas viven con la amenaza constante de ser despojados —no por delincuentes armados, sino por funcionarios con uniforme. Policías de la PEC, operadores de radio, inspectores de movilidad, todos forman parte del engranaje que mueve esta maquinaria de extorsión institucionalizada. El método es sencillo: detienen, aseguran, arrastran, cobran. Cada paso lubricado por la consigna de “comparte y calla”*
*Una mafia uniformada: una pirinola donde todos ganan. Los operativos de alcoholímetro, los accidentes, los estacionamientos prohibidos: todo se convierte en carnada. La orden de arrastre rara vez obedece a un protocolo legal; obedece a una comisión. Porque la PEC tiene sus propias grúas, pero las usa poco, casi de adorno porque el negocio está en las verdaderas joyas son las empresas privadas: cotos cerrados de poder donde se exprimen las lágrimas de los ciudadanos*
*A ellos se les encomienda y se arrastran por el trabajo sucio, y por cada vehículo levantado, los billetes circulan como plegarias al dios de la corrupción. Los corralones son mazmorras modernas: calabozos metálicos donde los autos esperan el rescate de su dueño. Pero el rescate no tiene precio justo. Le cobran diez, veinte veces la tarifa que marca el acuerdo oficial del Periódico del Estado desde 2009*
*Y si alguien osado se atreve a reclamar, llega la segunda extorsión, más sutil, más perversa: la “conciliación”. En la Dirección de Normatividad de la SEMOV, los burócratas de sonrisa plástica le dicen al afectado que “lo mejor es llegar a un acuerdo”. Es decir, pagar la mitad del abuso para no meterse en líos. El robo se legaliza con un apretón de manos y una risa en el pasillo ¿Qué tanto sabes de esto mi estimado Rafael Elías?*
*Grave porque ya lleva un año aceitado este perverso sistema y nadie investiga, nadie sanciona. Los papeles duermen bajo el polvo del archivo, y los directores —esos funcionarios que deberían velar por la ley— posan para fotos mientras sus subordinados cobran la mordida por debajo del escritorio. La simulación es total. Los funcionarios se convierten en socios invisibles de las empresas grueras, repartiéndose botines que se generan con cada vehículo secuestrado*
*Y todavía falta la joya de la corona: ¡La evasión fiscal! Estas empresas fantasmas del pavimento sólo aceptan efectivo o transferencia; las facturas son un lujo que se cobra con IVA y mala cara. Es decir, además de robar al ciudadano, roban al Estado. Le niegan al fisco los impuestos que deberían pagar, creando un circuito de dinero negro que se lava entre los engranajes del sistema*
*El SAT ni los huele, porque la complicidad llega hasta los despachos donde los números se maquillan. La pregunta es obvia, pero nadie la formula con voz alta: ¿Qué tanto saben los titulares de la SEMOV y la PEC de lo que sucede debajo de sus narices? ¿Son ciegos, partícipes o extienden la mano y cierran los ojos? Porque la ceguera, en este caso, es voluntaria. Las quejas son públicas, los abusos cotidianos, los cobros ilegales constantes. No hace falta ser fiscal para ver el despojo*
*En Tabasco, cuando el poder se combina con el silencio, la impunidad florece como lirio en pantano. El gobernador Javier May dijo abiertamente que: “se acabó la corrupción” y la ciudadanía está harta. Los testimonios crecen, las redes hierven de indignación, pero las instituciones parecen anestesiadas: sus titulares felices ¡-Viene época de aguinaldo-! Y mientras tanto, el gobierno que prometió honradez carga sobre su espalda la vergüenza de estas pequeñas mafias que se reproducen como termitas en las estructuras del Estado*
*Entendamos: la corrupción no siempre lleva pasamontañas; a veces porta gafete, uniforme y firma oficial. Las grúas, símbolo de auxilio, se han convertido en garfios del infierno que levantan no autos, sino la fe del pueblo en su gobierno. Quizá esto sea el inició del Armagedón en Movilidad o quizás Rafael Elías meta orden, el fuego no llegue al cielo y se dejen de escuchar los abusivos rugidos metálicos de las grúas que se llevan el auto de un ciudadano honesto. Porque hasta este momento, es imparable el jugoso negocio de las grúas*
*SEPTIMO SELLO*
*Todo eso sucede ante los ojos del mundo, y ninguna autoridad se da por enterada, innegable es que existe una gigantesca mafia que opera impunemente en contubernio con autoridades estatales, y que sangra diariamente a innumerables ciudadanos. Se trata del inmenso y lucrativo negocio de las empresas particulares que prestan el servicio de grúas en Tabasco. Evidentemente, los que sufren principalmente estos abusos, son los automovilistas de la ciudad de Villahermosa y, en general, de todo el estado*
*En la inconmensurable tranza están coludidos mandos y policías viales operativos, así como también del servicio de radiocomunicación de la Dirección General de la Policía Estatal de Caminos; y desde luego, de la Dirección General de Normatividad de la Secretaría de Movilidad. Los elementos de la PEC utilizan arbitrariamente y sin el consentimiento de los automovilistas, los servicios de empresas particulares de grúas para asegurar los vehículos estacionados en lugares prohibidos, los que participan en hechos de tránsito, y los que se detienen en los operativos de alcoholímetro*
*SEPTIMA TROMPETA*
*Lo anterior redunda en jugosas ganancias que los propietarios de dichas empresas se embolsan y las abultadas comisiones que derraman entre los elementos de la Central de Radio de la citada corporación y los policías viales que operan en las calles. Por su parte, felices los encargados de intervenir y hacer valer los derechos de los ciudadanos que acuden a interponer su queja por cobros abusivos de los grueros, ante la Dirección de Normatividad de la SEMOV*
*Esos ratones de dos patas, lo primero que hacen en lugar de citar de inmediato a los apoderados de estas empresas depredadoras, es revictimizar a los quejosos, al sugerirles que traten de llegar a un arreglo conciliatorio, haciéndoles creer que es la mejor solución, cuando en realidad lo que deben hacer es obligar a los prestadores de este servicio, que cumplan con la tarifa oficial que rige actualmente y deriva de las disposiciones plasmadas en el Acuerdo publicado en el Periódico Oficial del Estado de Tabasco, el día 9 de julio de 2009*
*Deberían no sólo hacerles respetar dicha disposición legal, sino sancionarlos. Sin embargo, lo que los funcionarios de la SEMOV buscan es que, al llegar a un “acuerdo amistoso” entre el gruero y el ahorcado usuario, el afectado acepte pagar la mitad de lo que abusivamente pretenden cobrarle, y el empresario alevoso, aun así, obtenga pingües ganancias; desde luego, después de compartir estas con los funcionarios corruptos de la Dirección de Normatividad de la SEMOV, por ayudarlos en el cochupo*
*SEPTIMA COPA*
*¿Me explico? La PEC tiene una flotilla de grúas para realizar sus operaciones, sin embargo, estas son subutilizadas y destinadas a prestar servicios limitados en horario diurno; todo lo que tiene “carnita” lo derivan a las rapaces grueras que exprimen a los propietarios de los vehículos que se llevan a sus corralones. El abuso es bestial; le cobran a los infortunados que tienen la mala suerte de caer en sus garras, entre diez y veinte veces más lo que marca la tarifa máxima oficial*
*Y, por supuesto, reparten el queso con la pléyade de corruptos que pululan en ambas dependencias estatales. Además, en la inmensa mayoría de los casos, estas empresas rapaces y depredadoras son grandes evasoras fiscales, debido a cómo fue señalado líneas arriba sólo aceptan pago en efectivo o transferencia, y sólo si la víctima les exige la factura, se la extienden con el correspondiente cobro adicional del IVA y sin desglosar los servicios prestados. Pruebas y documentos hay*
*Ese es su otro gran negocio adicional, el incumplimiento de sus obligaciones con el Sistema de Administración Tributaria. Las preguntas que nos acuden son: ¿Qué piensa hacer Rafael Elías y su compinche de la PEC para resolver lo que sus parásitos hacen? Lo grave es, que estas acciones impactan en la percepción de corrupción en las entrañas de estas dependencias estatales, cuyos titulares traicionan la confianza del Titular del Poder Ejecutivo, enriqueciéndose con el sudor ajeno*
