Spiujat, la cargada
Lo que se ha perdido en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco son las formas. Se han perdido porque quienes la gobiernan olvidan la importancia de leer el panorama, y por el contrario, hacen uso de todo el poder para continuar administrando a esta gran Institución de Educación Superior en Tabasco.
Como anticipé en la columna Águila o Sol del pasado 20 de octubre, publicada en Diario Presente, Melchor Hernández confirmó -días después- que sí participará una vez más en el proceso para elegir al próximo dirigente magisterial del SPIUJAT. Es decir, que buscará ampliar su ciclo como líder sindical a nueve años.
Así como en sus participaciones pasadas que contó con la estructura discrecional de esta casa de estudios, esta vez la misma estructura lo ha respaldado en público -y perdiendo las formas- como quedó demostrado en la asamblea realizada el martes 28 de octubre a la que asistieron los integrantes de la Junta de Gobierno y trabajadores administrativos adscritos al área central. Lo que sería una asamblea de un mero trámite, fue el espacio idóneo para arropar a Melchor Hernández quien ha ajustado seis años al frente del gremio y quien busca extender su permanencia en la Secretaría General del SPIUJAT.
Este acto, reprochado por la base magisterial, representa el descaro de las autoridades y muestra -ante todo- la falta de tacto no solo ante el proceso de elección del próximo líder sindical sino como una afrenta a los profesores universitarios que anhelan un cambio de fondo en el SPIUJAT, así como en cada edificio de esta institución.
Aunque se sigue cuestionando la desesperación del grupo vigente que se aferra a permanecer en sus posiciones, y derivado de presuntas asesorías a la cabeza que no irradia credibilidad por sus cuestionamientos públicos, dado que creen que la institución es una casa ajena y que no rinde cuentas a nadie, los profesores universitarios han empezado a organizarse para hacerle contrapeso a Melchor Hernández en los próximos comicios. De hecho, habrá participaciones de otras propuestas con el objetivo de frenar al hacendado sindical, y evitar así la reelección.
Por ello, será interesante testificar con qué cara Hernández visitará las divisiones académicas para pedirle a los profesores su voto por tercera ocasión; y testificar, además, la evaluación que harán de él en las urnas en el marco de la indiferencia ha tenido con la base magisterial, sus nulos resultados, y hecho mismo de que no ha sabido abanderar las causas justas de los agremiados en los rubros escalafonarios, de salud, de negociaciones salariales y de prestaciones, entre otros.
De entrada, el próximo lunes 3 de noviembre habrá una asamblea extraordinaria en el Teatro Universitario para elegir a la Comisión Electoral y dar comienzo al proceso de elección del nuevo líder sindical, que, de hecho, con el acarreo y la confirmación de la línea oficial, este ha iniciado viciado.
Al cierre de esta columna Margarita Rodríguez Falcón, profesora universitaria, anunció -en sus redes- que buscará la dirigencia del SPIUJAT. Tuvo que hacerlo ante el madruguete ilegal de Hernández, que con toda la alevosía emprendió su campaña adelantada a través de una asamblea convocada con fines distintos y violentando así los estatutos. Por lo que, apelando a sus derechos, Rodríguez Falcón será quien le haga frente al oficialismo universitario.
En una siguiente columna habremos de hablar sobre el perfil de quien representará a este contrapeso para frenar a una estructura que no quiere ceder su poderío en el gremio magisterial y en cada pilar de la institución.
