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Vale la pena prevenir.

Vale la pena prevenir.

Manuel García Javier

Las inundaciones en el centro del país deben poner en alerta a las autoridades de Tabasco, que urgentemente deben instrumentar algún plan emergente de prevención. Y claro que lo hay: el gobierno de Javier May no se duerme en sus laureles y ha echado a andar la reconstrucción de bordos para salvaguardar la integridad de quienes viven en las zonas bajas.

 

El gobernador realizó una gira de supervisión por las áreas susceptibles de inundaciones, acompañado del titular de Conagua, Efraín Morales López, primero para revisar las condiciones del bordo de protección de la margen derecha del río Grijalva y, segundo, para prever un plan de contingencia.

 

Y es que jamás olvidaremos la pesadilla vivida aquel 28 de octubre de 2007, cuando el 80 por ciento de nuestro territorio quedó bajo el agua. Quienes perdimos nuestros enseres aún resentimos las secuelas de aquella lamentable inundación que no fue producto de un cambio climático natural, sino provocada por la CFE al abrir las compuertas de las presas ubicadas en el vecino estado de Chiapas.

 

Nos queda poco tiempo, pues los ríos están registrando niveles superiores a los normales… Vale la pena prevenir para después no lamentarse. Esperemos.

 

En la entrega del pasado jueves omití involuntariamente el nombre de otros doctores que forman parte del ejército de salud al servicio de Jalpa de Méndez. Pido disculpas al doctor José Madrigal Domínguez (Dr. Chelón), héroe de la medicina considerado hasta la fecha como el doctor de los pobres, el verdadero médico que se la rifó en varias comunidades durante las epidemias de sarampión y tosferina —chichimeca, le decíamos— que cobraron la vida de muchos paisanos.

 

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También mis disculpas al doctor José Luis Máñez Bifano, generoso médico al que conocí desde mi juventud, y sobre todo al doctor Adán Medina, el famoso galeno que estuvo durante muchos años al frente de la salud de los jalpanecos. Fue de los primeros que inauguraron el hospital municipal y, a la fecha, continúa al servicio del pueblo, ayudando a la gente del campo mediante la medicina tradicional de la región.

 

Como curanderas, nuestro recuerdo a tía Isabel Torres, enfermera que con pócimas y ensalmos nos brindaba salud; doña Estela Gómez, doña Herminia, doña Ceferina, doña Aminta Moheno, doña Chica Madrigal y el primo Manuel Javier Castellanos, que preparaba jarabes que eran todo un tiro para combatir la tos. Es todo

Manuel García Javier


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