El ex gobernador Merino sigue sin ser molestado por La Barredora


De Primera Mano
Aunque su nombre aparece en la carpeta de investigación en contra de Hernán Bermúdez Requena, indiciado por ser cabecilla de La Barredora, el ex gobernador interino Carlos Merino Campos no ha respondido a los señalamientos de que estuvo enterado de las actividades del grupo criminal que sembró el terror durante el mandato del ahora senador Adán Augusto López Hernández, y continúa como si nada despachando como director general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA).
Tomás “N”, alias Lic Tomasín, que se convirtió en “testigo colaborador” de la Fiscalía General de la República (FGR), ha involucrado a Merino, quien ha sido suplente de Adán López las veces que este ha pedido licencia a un cargo de elección popular.
El pasado 21 de julio, el ex mandatario fue entrevistado por Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula, y negó que estuviera al tanto de la doble vida del titular de Seguridad nombrado por Adán López.
De entrada, afirmó que Bermúdez Requena “fue un secretario más del gabinete”.
Merino aseguró que a él le gustaba trabajar en equipo (en el que estaba el ex secretario) por el bien de la entidad, y “los resultados están a la vista de todos”.
El amigo de López Hernández aseguró que él no ratificó al presunto cabecilla de La Barredora, y que lo mantuvo en el puesto para darle continuidad a la administración anterior.
Merino, al igual que el ahora presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara Alta, han mantenido el mismo discurso de que no supieron que Hernán tuviera alguna actividad criminal mientras era secretario de Seguridad, y que este dio resultado en las cifras sobre combate a la inseguridad.
Sin embargo, en el expediente contra Hernán Bermúdez consta que un jefe criminal identificado como El JJ confesó que durante la gestión de Bermúdez Requena, este ordenó a sus subalternos que todo rival que mataran lo tiraran en Chiapas o en Campeche, a fin de que los cadáveres no se contabilizaran en la lista de homicidios dolosos en la tierra del ex presidente Andrés Manuel López Obrador.
Además, quien es identificado como “secretario particular” de Hernán Bermúdez reveló que Merino estuvo enterado de la organización criminal construida en la administración de López Hernández.
Según El Lic Tomasín, cuando se dividió La Barredora a finales de diciembre de 2023, Merino Campos le pidió a Hernán que hablara con su gente para “pacificar” el estado, pues el entonces jefe del Ejecutivo federal pasaría las vacaciones de fin de año en su tierra.
El 3 de enero de 2025, a petición de Merino, Hernán se reunió con El Prada, el otro jefe criminal de La Barredora que había entrado en conflicto con el secretario de Seguridad.
Pero El Prada, que sigue sin ser detenido, no aceptó la “tregua” y el 4 de enero Carlos Merino le pidió la renuncia a Bermúdez Requena.
El 5 de enero del año pasado finalmente Hernán Bermúdez dejó el cargo en el que había sido nombrado en diciembre de 2019 por Adán López, y la violencia generada por la banda que, según las autoridades, comandaba el ex secretario de Seguridad, escaló hasta llegar a niveles nunca antes visto en la entidad.
A principios de este año, el edén se situó en los primeros lugares nacionales en homicidios dolosos, compitiendo con estados como Sinaloa y Guanajuato.
A partir de entonces tanto Adán López como Carlos Merino han tratado de deslindarse de Hernán como jefe criminal.
El senador ha dicho que se enteró de La Barredora ya que era secretario de Gobernación, lo cual no es preciso: desde el principio de su administración en Tabasco empezaron a aparecer cartulinas y narcomantas con la firma de esa banda delincuencial.
Necesariamente, López Hernández fue informado en las mesas de seguridad que encabezaba en Plaza de Armas sobre la irrupción de ese grupo criminal que estaba “barriendo” con los narcomenudistas y con las bandas asentadas en la entidad.
De la misma forma, el ex ejecutivo y su interino siguen insistiendo en que con Bermúdez Requena bajaron los delitos en Tabasco, aunque esta versión ya está desmentida en el expediente criminal contra el cabecilla de La Barredora.
A pesar de que en las elecciones primarias de Morena para elegir al abanderado presidencial, Carlos Merino apoyó abiertamente a López Hernández (“estamos a gusto”, decía, jugando con el segundo nombre de su jefe político), y de que atacó a los seguidores de Claudia Sheinbaum Pardo, a quienes corrió del gobierno, Merino fue premiado con la titularidad de ASA.
Como director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, el allegado de Adán López nombró como su segundo de abordo en el organismo desconcentrado a Juan Carlos Castillejos, quien a finales de los 80 encabezó como supuesto periodista la guerra sucia contra AMLO, incluso la versión de que este mató a su hermano la firmó el colaborador de Merino.
La especie de que AMLO era “fratricida” es de la autoría de Castillejos.
Cuando le preguntaron sobre esto al entonces gobernador Merino, respondió que Castillejos había escrito eso “al calor de las campañas”.