Baja incidencia delictiva

Aunque algunos mal nacidos imploran al Diablo su intervención para que se agrave la inseguridad y genere caos en estas tierras de Dios y María santísima, se percibe que, al contrario, la incidencia delictiva va en declive.

Y no es que se trate de ocultar esta problemática que lacera al país, sino que las estrategias han funcionado después de darse a la luz pública la presunta vinculación del ex secretario de Seguridad de Tabasco, Hernán Bermúdez Requena con el grupo delictivo ‘La Barredora’, a quien, por cierto, jueces estatales le han negado suspensión definitiva, después de que el 21 de abril (dos meses después de la denuncia) obtuvo una provisional contra su detención.

Desde gobiernos pasados, las llamadas Mesas de Seguridad poco habían funcionado, porque eran los jefes policiacos quienes informaban a su gobernador.

Así pues, desde la época de Mario Trujillo hasta el año pasado, a las 6 de la mañana acordaban con su jefe de Seguridad, el cual le informaba sobre detenciones o visos de violencia; no se había escuchado de las mesas de seguridad hasta el actual gobierno de Javier May, y mucho menos que participaran militares y organismos institucionales dando a conocer la información que efectivos de inteligencia recaban fundamentándose en la seguridad nacional.

Con la creación de ‘La Barredora’, la opinión pública, con sobrada razón, expresaba que de nada servía que el gobernador acordara con el jefe de seguridad, puesto que era el principal involucrado y cualquier acuerdo al respecto, la delincuencia recibía el ‘pitazo’ de los llamados operativos.

Ahora bien, aunque al parecer policías y delincuentes están a la par con equipos sofisticados, los últimos responden con quemas de vehículos, como las del pasado martes en Periférico, a la altura de Casa Blanca, o el tiradero de ponchallantas en Indeco, ambos de la capital villahermosina. Claro que ahí efectivos de la poli estatal les dieron ‘matatoncha’ y fueron detenidos.

Nuestra afirmación acerca de que ha bajado la percepción de incidencia delictiva, la hemos corroborado en recorridos por la Chontalpa donde ya se observa que, por las tardes, familias enteras de nuevo sacan su sillón para charlar a las puertas de su domicilio. Esto ya se estaba perdiendo por temor al vandalismo que prevalecía. Ahora sí hay visos de que se construye una paz duradera en beneficio de los tabasqueños.