Leyendo ahora
Escudo en prensa

Escudo en prensa

Erwin Macario

El periodista José Raúl Reyes, clarifica: “Hoy cualquiera se dice periodista, amigo. Nos toca decirle a la sociedad qué es un periodista. Buscar la manera de revalorizar la profesión. Y darle ese carácter; es una profesión”.
Le tomo la palabra porque en casi 60 años de dejar constancia de la historia, no hay quien pueda esgrimir en mi contra algún delito de prensa y mucho menos hay político alguno —del viejo régimen, del nuevo o los reciclados en Morena—, que pueda señalarme como mal periodista, o mala persona.
Parafraseando a Manuel Gutiérrez Nájera, en Crónicas y artículos sobre teatro, que hablaba de la falsa moral, diré que el seudo periodismo “es una señora acomodaticia que sabe ponerse todos los vestidos y vivir en todas las habitaciones”.
Presuntos periodistas, verdaderos servidores textuales que han aprovechado la libertad de expresión en la otrora “benditas redes”, se escudan en la prensa, este gremio de hombres y mujeres dignos de ejercer este oficio, y pretenden hacerse víctimas de represión por la basura que esparcen, principalmente, en la web, donde cualquiera con un celular se erige como periodista.
Kapuscinski ha dicho: “el verdadero periodismo es intencional, es decir, se fija un objetivo e intenta provocar algún tipo de cambio. No hay otro periodismo posible. Si leéis los escritos de los mejores, comprobaréis que se trata siempre de un periodismo intencional. Están luchando por algo”.
Quienes actúan como piratas, corsarios o mejor dicho sicarios, en la prensa o en los medios cibernéticos, sin ética alguna, sin “luchar por algo” intencional por escribir la historia, pues sólo buscan lucrar con este noble oficio y ética profesión, no pueden tener el apoyo de los verdaderos comunicadores. “Hoy cualquiera se dice periodista, amigo”.
Ya está dicho desde el poder —que no defiendo—, “ni periodistas de Estado, ni periodistas de mercado. Ni los intereses privados ni de grupo deben sustituir la labor social del periodismo”.
Y escuchar que un “periodista” renuncia a serlo por presunta persecución desde el poder, no puede confundir a los verdaderos periodistas. En este gremio y sus plantas parásitas todos nos conocemos. Huir tras la figura de una madre sufrida no es de periodistas. Menos de hombre.

Erwin Macario


© 2024 Grupo Transmedia La Chispa. Todos los derechos reservados