Cien días de hechos
Por Manuel García Javier
Tabasco está dividido y enfermo de odio. Sólo cien días de gobierno han transcurrido y ya los agoreros hablan de la renuncia del jefe del Poder Ejecutivo, Javier May Rodríguez, a quien le exigen paz en la tierra para los hombres de buena voluntad. Sólo que tal petición es la misma que desde antaño le hacen al hombre de Galilea, pero esta no ha llegado en este mundo de guerras fratricidas y pandemias de toda índole. Todo porque confunden a la empobrecida tierra del Edén con países del primer mundo.
Sin embargo, el mandatario ha respondido con hechos y abriga la esperanza de sacar al pueblo del olvido, comenzar una etapa donde las personas vivan con dignidad, respeto, paz, y que nadie se quede atrás, ni se excluyan.
Tal reflexión la ha tomado como suya el grueso de la población tabasqueña que confía en el gobernante y viven con la esperanza de una mejoría de vida y, sobre todo, anhelan recuperar la paz y tranquilidad perdida, porque ya está bueno de tantas promesas incumplidas desde hace algunos sexenios.
Y es que, sentimos que ahora los pueblos ya no elegimos líderes, sino más bien escogemos instrumentos de castigo, pero, en fin, padecemos un masoquismo que tenemos arraigado y no nos atrevemos a cruzar la línea para llegar a una institucionalidad basada en valores que tanta falta nos hace.
Por lo pronto, el gobernador ha vuelto a prometernos grandes obras para el 2025. Así pues, se ha comprometido a la construcción del Tren Dos Bocas-Estación Chontalpa, el Puerto de Frontera, un nuevo Centro de Convenciones para Villahermosa; la autopista Macuspana-Escárcega y la construcción de viviendas y carreteras y muchas acciones más. Aunado a ello, dijo estar listo para el año que comienza y promete que habrá obras eléctricas, más agua potable y drenaje, mejoramiento de escuelas y muchas más.
Lo anterior quiere decir, que habrá suficiente mano de obra para resarcir un poco la baja productividad y los empleos perdidos el año pasado. Esa es la respuesta del gobernador que tan solo a cien días de gobierno no pierde el tiempo en dimes y diretes con quienes dicen ser sus opositores… Así se trabaja en Tabasco. Es todo.
