Don Luis C. Márquez y sus 32 años de ausencia
Hace 32 años, murió el mejor periodista de la época post revolucionaria. Todos lo que lo amamos perdimos a nuestro gran maestro. Cuando Miguel Cantón, mi jefe, empezó el oficio, lo hizo con todo el rigor. Miguel aprendió desde su pequeña infancia imprimiendo tipos de plomo ardiente.
Posteriormente, Miguel se convirtió en leyenda editando la revista “Quehacer Político”. Don Luis fue un árbol frondoso. Después de Miguel, mi jefe, siguieron los otros. Luis fue la parte universitaria. Con Luis se apoyó para forjar profesionalmente a todos los demás; luego siguió Guillermo, extraordinario periodista en el diario “Excelsior” Y en las páginas deportivas del mismo Excelsior, se hizo Samuel y luego Jorge, y la mujercita de la familia, Mery.
Don Luis acompañó cuando menos a dos gobernadores de Tabasco que transformaron el estado. Tomás Garrido Canabal y Carlos A. Madrazo. El primero transformó la economía impulsando la ganadería y el segundo fuer el parte aguas entre el Tabasco antiguo y el Tabasco moderno. Cuando Madrazo Becerra impulsó el deporte, que nadie más ha hecho hasta ahora, lo hizo construyendo la ciudad Deportiva.
En ese coloso empezaron a soñar con el futuro una generación de deportistas que ansiaban llegar a la Olimpiada de Roma. Nadie más hizo un gasto tan generoso como don Carlos A. Madrazo. Don Luis C. Márquez fue siempre su mejor hombre de ideas periodísticas. Los chicos de ese entonces aprendieron de don Luis, desde como redactar una nota hasta cómo hacer un periódico.
Era implacable dando órdenes, pero –además- tenía una faceta amorosa. Cada página era revisada renglón por renglón. Un día que llegué temprano a mi oficina hubo un tráfico producido por una treintena de motocicletas de tránsito de la CDMX nos anunciaron que llegaba a las oficinas de don Luis uno de los políticos más brillantes, el guanajuatense Ramón Aguirre Velázquez. Aparte de excelente periodista, don Luis era también un impresionante hombre de relaciones públicas.
