Fin de un sexenio gris y opaco
Faltarían dedos en las manos para contabilizar los yerros cometidos por AMLO en seis años de gobierno. Se va con más penas que glorias.
Tantos años de intentos para alcanzar la máxima aspiración de un mexicano, que es la de gobernar su país, como para descargar odios, resentimientos y frustaciones un día sí y el otro también.
Fue el presidente más criticado, sí, pero no fue de a gratis, lo que iba sembrando era lo que cosechaba hasta el último día de su mandato.
Balcanizó al país entre tirios y troyanos, pobres y ricos. chairos y fifis, y apostó a la confrontación incluso con países como España, Canadá y EU, estos dos últimos los principales socios comerciales de México.
Desató una feroz persecución contra sus opositores, que incluyó a líderes políticos, empresarios, activistas sociales y de organizaciones no gubernamentales, ambientalistas, defensores de los derechos humanos y periodistas.
Llegó a destruir instituciones autónomas, y apoderarse en el último tramo de su gobierno, del Legislativo y Judicial rompiendo todo orden democrático para que su sucesora asuma el control absoluto del poder.
Deja un país convulcionado por la fallida política en seguridad de ‘abrazos no balazos’ y la alarmante violencia que ha cobrado la vida a unas 200 mil personas y contando, como nunca había ocurrido en la historia de este país.
Por si fuera poco, le vio la cara a millones de mexicanos a quienes prometió un sistema de salud, mejor que los de Canadá y Dinamarca, cuando una de las constantes en este sexenio que fenece, fueron la falta de medicamentos, la precariedad en los centros de salud y la deplorable atención a pacientes en los hospitales públicos.
El suyo, fue de los peores gobiernos en atender la emergencia sanitaria que vivió el mundo por el Covid-19, y que por una deficiente e inoportuna atención a esta problemática, tuvieron que morir más de 800 mil personas.
En educación, López Obrador se va reprobado, pues de acuerdo con datos de la Unicef, en México más de 4 millones de niños, niñas y adolescentes no asisten a la escuela, mientras que 600 mil más están en riesgo de dejarla debido a la falta de recursos, la lejanía de los centros escolares y lo que es peor, por la violencia.
En cuanto a la calidad educativa, la mitad de los estudiantes de 6° grado de primaria obtienen resultados bajos en lenguaje y comunicación, ya ni se diga en matemáticas y español.
Por si fuera poco, 1 de cada 10 adolescentes que habla una lengua indígena, asiste a la escuela y solo 2 de cada 5 que viven en pobreza extrema continúan su educación más allá de la secundaria.
En materia económica, de acuerdo con analistas financieros, AMLO dejará el aumento de deuda más alto en la historia en números absolutos, esto es, 6.6 billones de pesos que heredará a su sucesora, Claudia Sheinbaum y a todos los mexicanos.
Como dije al inicio, faltarían dedos de la mano para contabilizar los desaciertos de este gobierno. En el tintero se quedarían los temas de pobreza, el uso electorero de los programas sociales, el combate a la corrupción y la impunidad, así como transparencia y rendición de cuentas, entre otros muchos.