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Versos para animar a Erwin Macario

Versos para animar a Erwin Macario

Homero T. Calderon T. Calderon
Versos para animar a Erwin Macario

¿De quién serán los proyectos mejores,
de los próximos seis años?/
De Evaristo o Rafael…?….//
Uno creará cerebros para la UJAT,/
y el otro rutas para un mejor transporte?//
Superar a don Erasmo costará mucho pensar./
El otro rehaciendo todo,/
Lo que a Chicho le valió madres cambiar…///

DOS CREATIVOS CON JAVIER MAY

Javier May puso a dos creativos para cambiar lineamientos que pocos tocan. Evaristo llegará con su inteligencia y toque a enviar cerebros con otra formación más de vanguardia a la UJAT. Los cerebros se preparan en el COBATAB para que su perfil profesional sea para tiunfar desde el nivel de estudiante. El transporte en Movilidad es nuestro principal problema urbano. Dicen que ayer Rafael Sánchez Cabrales empezó su acercamiento con los transportistas que no crea usted que son la gran chingadera..

¿Por qué? Porque sus tristes máquinas mecánicas son la clásicas “combies”, indignas en 17 municipios con economía petrolizada pero pésimamente diseñadas para resolver el grave problema del transporte en un estado que pide a gritos lo mejor para transportarse. Solo le digo a Rafael, y su disciplina mental: si te estás reuniendo con transportistas solo quítate de encima a dos chinches: a Rubén Salomé y a Domingo Miranda. un presunto líder de “pochimovileros”, cuyo destino debe ser algún pueblecillo africano, y no los 17 municipios de Tabasco. ¡Animo, Rafael!

El problema es que estos dos retrógradas personajes es que todos los fierros que te ofrecen, son muy viejos, y poseen estómago destructor. (Todo lo que se tragan “lo hacen mierda”).

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DEBATE EN EL SENADO

México está atrapado entre cerebros poco aptos para la discusión pública. Enciende usted la televisión tratando de encontrar señales para saber el destino final del cambio que debe tener el Poder Judicial y solo encuentra un diálogo de lavaderos. No hay propuestas ni ideas. Hay diálogos ente lavanderas, que me merecen todo el respeto. Un día, en el Istmo de Tehuantepec, un soldado ve llorar al General Charis, patriota de verdad. ¿”Por qué llora usted, mi general, si está usted celebrando el día de la Bandera? Pues por lo mismo, pendejo por eso lloro. Me acordé que mi madrecita santa también era “lavandera”.

Homero T. Calderon T. Calderon


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