Aurora Raleigh de May (El rosto social del Gobierno)
Por: Mario Gómez y González
En esta columna que seguirá siendo Para Usted, hemos narrado desde hace algunos años, que una de las áreas neurálgicas de todos los gobiernos es el DIF (Desarrollo Integral de la Familia), desde que se llamó INPI (Instituto Nacional de Protección a la Infancia).
En ese devenir histórico, recordemos que fue Doña Graciela Pintado de Madrazo, quien de manera entusiasta impulsó el apoyo a los niños con discapacidad, fundó el orfanato, que luego se convirtió en Casa Hogar; posteriormente Doña Carmen Vázquez de Mora continuó con esa labor altruista para con los que menos tienen.
Otra inolvidable Dama fue Doña Beatriz Zentella de Trujillo, que encabezó una entusiasta gestión, donde juntó varias instituciones como cultura y deportes, para que la niñez de esa época conviviera sanamente.
En 1976 tomó la batuta Doña Celia González de Rovirosa quien, en esa misma dinámica asistencial, amplió su espectro en ese Tabasco que era boyante en cuanto al apoyo de la federación.
Los niños siguieron siendo el centro y objetivo del DIF y aparecieron los cursos de verano, donde el IMSS también participaba, sobresalieron entonces las damas voluntarias que hicieron y hacen una labor altruista y desinteresada.
Doña Julieta Campos de González, como ya sabemos, fue una intelectual cubana radicada en México que se casó con el politólogo Enrique González Pedrero, ambos iniciaron el movimiento cultural más importante del siglo pasado y se empezó a involucrar a la niñez indígena, pues recordemos que ahí surgió el laboratorio del teatro campesino e indígena.
Otra inolvidable Señora es Doña Lenchita Fócil de Peralta, quien durante un año acompañó a Don José María Peralta Fócil, con el antecedente que Doña Lenchita fue siempre una entusiasta coordinadora del voluntariado en las diversas responsabilidades que tuvo su esposo.
Grandes recuerdos se atesoran de Doña Celia Sastré de Neme, mujer con un carisma especial y que también traía su experiencia en el voluntariado aquí y en el Senado de la República junto al popular y carismático “Chavo Neme”, incluso encabezó la recaudación para traer el primer tomógrafo al estado.
Durante el interinato de Manuel Gurría Ordóñez, destacó la presencia de Doña Soledad Hernández de Gurría, quien, con su prestancia, ayudó en las labores sociales que encabezó el gobernador.
Sin dudas Isabel de la Parra de Madrazo, se entregó a la causa de las personas con discapacidad, impulsó una nueva legislación en ese renglón y de las personas de la tercera edad, se metió a caminar por las comunidades con la economía de traspatio, y en la educación pública fortaleció y amplió la cobertura de los desayunos escolares calientes.
Por poco tiempo, pero también doña Josefina Monroy de Barceló, ofreció sus mejores esfuerzos en acciones para las clases más desprotegidas.
Posteriormente llegó el gobierno de transición a cargo de Enrique Priego Oropeza, que apoyó en todo, la misión discreta de Doña Mercedes Segura de Priego, atendiendo y apoyando a las personas más vulnerables de Tabasco.
Manuel Andrade Díaz tiene una compañera de vida, que desde joven lo ha apoyado y secundado: Elvira Pola de Andrade, quien siempre discreta dejó profunda huella al fortalecer los CENDIS, pues precisamente su formación es educativa, siempre de la mano de MAD impulsando la asistencia social.
De Doña Tere Calles de Granier, se recuerda su prestancia para apoyar a los más necesitados y desde luego, apoyando en todo al Químico Granier en las buenas y en las malas. Doña Tere ha sido el pilar fundamental de ese matrimonio.
Cuando Arturo Núñez Jiménez ganó la elección de 2012, ante la insistencia de muchos por conocer su gabinete, le respondió a Chuy Sibilla en Telereportaje, que los únicos seguros para estar en el gabinete eran él y Martha Lilia López Aguilera.
Muchos sabíamos que ella siempre ha sido una mujer activa, pero sin sospechar que ese activismo la habría de poner en una de las situaciones más desafortunadas, cuando fue retenida por varias horas en el hospital del niño, aduciendo el reclamo social de burócratas que reclamaban el pago de sus prestaciones de fin de año; ella y Núñez recibieron en esa acción el final de un gobierno colapsado que tanto habían criticado apenas del sexenio anterior.
Hay que reconocer que Dea Isabel Estrada Rodríguez de López Hernández, tuvo un estilo discreto, pero efectivo durante los casi tres años que gobernó Adán Augusto López Hernández, siempre educada y pausada, encabezó un DIF sensible y diligente que hoy dirige la maestra Lupita Castro de Merino con eficiencia y responsabilidad.
Cómo podrán ver queridos lectores, el DIF es una institución compleja que requiere de sensibilidad pues ahí es el último recurso al que acuden los ciudadanos sin esperanza: niños y personas con discapacidad, mujeres vulneradas junto a sus hijos que requieren de una representación que por ley les otorga el código civil, que atiende temas agropecuarios para apoyar la economía familiar, que también asume la alimentación como factor primordial de las familias más necesitadas.
Que atiende- de la misma manera- a cientos niños en los CENDIS, que son modelos de atención profesional durante los primeros pasos de los menores; un DIF que también atiende centros de cuidado y albergues temporales, casa hogar y hasta un velatorio que apoya a quienes no tienen acceso a un funeral digno. Eso y más puede ser el DIF Tabasco.
Este reportero, por eso cree, que con la formación y experiencia de la Profesora Aurora Raleigh de May, replique en el estado la obra social que hizo en Comalcalco en las dos ocasiones que presidió el DIF Municipal.
Jaque Mate** La Maestra Aurora Raleigh de May, Sabe y Puede. * buen inicio de semana* hasta mañana Dios mediante.