Tabasco: Emiliano o morir en Paraíso
De Primera Mano…
Por Rodulfo Reyes
Bien a bien se desconocían hasta ayer las razones por las que un par de sujetos, tres a lo sumo, dispararon en contra de Emiliano, el menor originario de Paraíso y cuya muerte ha conmovido a México y al mundo.
Lo primero que se supo de él, antier en las redes sociales, fue que se quejaba en un video que le faltaba aire para luego rematar con un desgarrador “¡no me quiero morir!”.
El menor de edad murió poco tiempo después en el hospital de Pemex, pero a causa de las heridas de bala, no por falta de atención médica.
El video que muy pronto se viralizó iba acompañado por la información de que se trataba de un niño de 11 años que había sido acribillado cuando defendió a su madre de un intento de secuestro.
En la Ciudad de México, líderes de opinión de la talla de Joaquín López Dóriga hicieron editoriales a partir de esa información con el agregado de: “¡Perdónanos, Emiliano!”.
Muy pronto, el #NoQuieroMorir y el #PerdónanosEmiliano fueron tendencia en redes sociales, y la rabia por la forma trágica en que murió el jovencito se convirtió en una ola de protesta gigantesca.
Ayer el gobernador Carlos Manuel Merino Campos fue entrevistado por Azucena Uresti en Radio Fórmula, y un señalamiento que hizo por sobre todo lo que dijo sobre el caso fue que Emiliano no tenía 11 años, sino que estaba a dos meses de cumplir 13 años.
En agosto de este año, dijo Merino, Emiliano iba a cumplir 13 años, según su acta de nacimiento.
¿Cambia en algo su muerte que en vez de a los 11 haya caído por las balas a los 13?
En realidad, el mandatario lo que intentaba era truncar la narrativa de la ejecución de un niño de 11 años.
Más aún: el jefe del Ejecutivo descartó que el ataque haya tenido como origen la defensa de Emiliano a su madre cuando iba a ser secuestrada.
El mandatario se permitió, además, revelar que antes de ser atacado, el pequeño había recibido una llamada en la casa de su abuela, por lo que salió a la calle donde lo esperaban dos o tres sujetos dentro de un coche.
Uno de ellos habría tratado de meterlo a la unidad, pero al no lograrlo otro individuo le pego tres tiros mortales en el tórax.
Con esa versión el gobierno sembró la semilla de la desconfianza por la posibilidad de que Emiliano conociera a sus agresores.
El caso ya se había enredado desde la mañana, cuando fue encontrado un cuerpo desmembrado en una comunidad de Comalcalco, lugar donde se dejó una cartulina que decía “con los niños no”.
El paroxismo se presentó cuando, entrada la tarde, el periodista José Cárdenas Cruz aseguró en su noticiero de Radio Fórmula que una línea de investigación vinculaba el homicidio con el crimen organizado.
El afamado conductor de radio siguió la misma línea del presidente Andrés Manuel López Obrador en el sentido de que se estaba usando el caso para “golpear” a la 4T.
Mientras el reportero termina de escribir estas líneas, una estrofa de la canción El Papalote, de Pablo Milanes, retumba en su cabeza: “Una noche el respeto bajó y te puso bella corona/ respeto de mortales que muerto al fin te hizo persona/ pobre del que pensó/ pobre de toda aquella gente/que el día más importante de tu existencia/ fue el de tu muerte”.
Que en paz descanse, Emiliano.
Para su información…
Así como se da como un hecho que la victoria del morenista Javier May Rodríguez es inminente, ya se empieza a ver que por el segundo lugar va el abanderado del PRD, Juan Manuel Fócil Pérez, a quien lo están apoyando militantes del PAN que, al menos en teoría, deberían estar con la candidatura de este partido.
Muchos panistas temen que si gana Xóchitl Gálvez la Presidencia, el equipo priísta que se instaló en la casa de campaña trate de sacar raja en un eventual gobierno blanquiazul en Palacio Nacional. ¿Votar en contra de Xóchitl para evitar que priístas de la peor calaña se queden con los cargos federales en el edén de una eventual administración xochitlista?