Elección de Tabasco a los Tribunales: MEA
Por: Mario Gómez y González
Judicializar un proceso electoral implica llevar disputas o controversias relacionadas con las elecciones ante los tribunales o autoridades judiciales para su resolución.
Lo anterior puede implicar disputas sobre los resultados de las elecciones, violaciones de normas electorales, irregularidades en el proceso de votación, entre otros temas.
En algunos casos, la judicialización puede afectar la legitimidad y la estabilidad de un proceso electoral.
En el caso que nos ocupa nuestra entrega de hoy que es el de Tabasco, judicializar el proceso electoral no es positivo para la entidad, aunque es costumbre hacerlo.
No hay que dar una señal que no corresponde a nuestra realidad en el sentido electoral, de Estado de derecho, de respeto y de credibilidad a las instituciones, ya que miles de tabasqueños ejercerán su derecho y saldrán –así es de esperarse- a votar, y un principio básico de toda democracia es el respeto a la voluntad ciudadana.
Si bien es cierto que las elecciones cada día se convierten en contiendas más reñidas y que convencer a los electores es una tarea ardua en la que, en ocasiones, cada vez más las ofertas políticas creíbles se sustituyen por la manipulación, la distorsión, la cooptación y la compra de votos.
Es importante, pues, no caer en la trampa de la teoría de la conspiración y del complot político. La incertidumbre política puede llegar hasta el terreno social y económico; antes los actuales y venideros escenarios se requieren condiciones de certeza, confiabilidad y legalidad.
Finalmente, ya lo advirtió y lo reconoció la Magistrada “Adancista” y Presidenta del Tribunal Electoral de Tabasco (TET), Margarita Espinoza Armengol, que ésta, será la elección más impugnada de la historia de Tabasco.
Esto quiere decir que, efectivamente, hay interesados en que, a pesar de que Javier May gane por 7 a 1, puede llegar a judicializarse tanto, que termine resolviéndose en la sala superior del tribunal electoral del poder judicial de la federación (TEPJF), con sede en Jalapa Veracruz.
¿No será que es lo que quieren los adversarios del oriundo de Comalcalco?; ¿ya sabe “algo” la sobrina de Jaime Lastra Bastar y ahijada de don Enrique Priego Oropeza, que por eso lo “soltó” ?; es pregunta.
Porque contrasta lo que recientemente declarara la mismísima Espinoza Armengol, cuando dijo- en reunión con reporteros locales- que el TET garantiza transparencia y legalidad en los comicios del 2 de junio
Auto echándose porras y alabándose, ponderó la importancia del TET en la garantía de un proceso electoral transparente, imparcial y democrático; y destacando la labor de la institución en la resolución de conflictos electorales y la defensa de los derechos político-electorales de los ciudadanos.
Efectivamente, todo indica-de acuerdo a especialistas en la materia consultados- que, a Margarita Espinoza Armengol, le ganó (¿cómo siempre y cuál es su costumbre?) su inmediato e inherente protagonismo, puesto que. Quien al final calificará las elecciones son los magistrados de la sala superior de Jalapa (TFPJF).
Además, es el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco (IEPCT), quien debe garantizar el equilibrio y las condiciones de piso parejo; llamado a la participación y al libre ejercicio del sufragio efectivo.
En la Línea de Fuego** Estamos pues, apegándonos a lo expresado por Margarita Espinoza Armengol- la única Magistrada del TET, porque los dos restantes no han sido nombrados por el Senado de la República y en Tabasco, a nadie le interesa esto- ante escenarios de “incesante judicialización”.
En La Línea de Golpeo** Nunca antes en democracia, el rol de los árbitros electorales y sus accionantes había sido tan protagónico y determinante; como si el sólo hecho de apelar a la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEPADE), al Tribunal Electoral (TET) o a cualquier institución ajena al juego político-ideológico, fuera suficiente para levantar sospechas para influir en el electorado y en los resultados comiciales.
Los Malosos** judicializar el proceso electoral significa mermar las vías sobre las que descansa el derecho al voto, litigar por litigar y que los partidos políticos promuevan recursos jurídicos extendiendo las campañas al ámbito legal** para después-como suele suceder- erogar una gran cantidad de recursos en revocar decisiones que no los favorecen; no es más que un síntoma de un sistema que se usa a conveniencia o de manera facciosa con la intención de aprovecharse del mismo.
Jaque Mate** Ya ubicados en el escenario post electoral, estamos los tabasqueños ante una segura judicialización del proceso comicial local-otrora fiesta cívica del voto y de la democracia-, que nos lleva a ambientes, circunstancias, contextos y atmósferas preocupantes y que a la larga terminan disminuyendo, desgastando, mermando, aminorando, menguando la legitimidad de todo el sistema estatal electoral** buen inicio de semana** hasta mañana Dios mediante.
